miércoles, 16 de febrero de 2011

Tokyo Metoro

Así es como pronuncian los japoneses en inglés la palabra metro. Como podrán adivinar, hoy les voy a hablar del metro, nuestro medio de transporte más frecuente. A simple vista puede parecer muy enredado, líneas de distintos colores que se cruzan unas con otras, letras, números, infinitas estaciones, etc. Para los chilenos que estamos acostumbrados a 5 líneas que van casi en línea recta, andar en el metro de Tokio puede ser un desafío. Pero no. La cosa no es tan complicada y cualquier mortal con su mapa puede lograrlo.

Mapa del metro
Primero, hay que tener una tarjeta tipo Bip, pero más moderna, que se llama Suica. También existen unas que se llaman Pasmo y la única diferencia es que son de distintas compañías, pero ambas sirven. Además, con estas tarjetas se puede pagar en algunos kioscos, cafés o supermercados, algo que nuestra bip está a años luz de lograr. En Tokyo hay aproximadamente 18 líneas y algunas son operadas por la compañía privada Metro de Tokio y el resto por la Toei, que es estatal. Pero sigamos con nuestro viaje. La tarjetita se consigue en unas máquinas especiales donde se puede además recargar...nada de contacto humano. Gracias a Dios, la maquina y todas las instrucciones del metro están en inglés o sino sería imposible. Luego de cargar nuestra Suica con mínimo 1000 yenes (6.000 pesos chilenos), hay que pasar por las máquinas validadoras, donde se resta el primer monto de viaje, que puede variar, pero lo mínimo son 130-160 yenes o sea casi mil pesos chilenos. Luego al salir hay que volver a validar y se descuenta lo que costó el tramo. Si se cambia de compañía, eso también tiene un cargo extra.

Máquina para comprar o recargar la Suica

Mi fiel Suica
Torniquetes donde se valida la Suica. No hay que meterla, sino apoyarla sobre el círculo azul que se ve arriba y al otro lado muestra la cantidad que se descontó.
Después de lograr entrar, hay que buscar el andén y la línea que nos servirían. Todo está muy bien señalizado y hasta te dicen los metros que tienes que caminar para llegar a la línea que quieres. Eso si, hay que tener cuidado porque a veces la conexión no está en la misma estación, sino fuera y es fácil perderse, algo que me pasó cuando tenía que ir a dar mi entrevista para el curso de inglés. No podía encontrar la estación donde tenía que hacer conexión y el guardia me ayudaba poco con su precario inglés. Después de mucho rabiar y caminar finalmente la encontré.

Los andenes son muy agradables y límpios. La gente no se aglomera a esperar a que llegue el tren, sino que se ponen en filas frente a la demarcación que muestra donde se va a abrir la puerta del vagón. Hay pantallas que anuncian la hora exacta en que llegará el tren y la hora en que llegará el siguiente. Nunca es más de cinco minutos entre tren y tren. Para salir o entrar a los andenes hay escaleras mecánicas y normales. En las mecánicas hay que colocarse en el lado izquierdo para que la persona que esté apurada pueda pasar. Es como si uno fuera manejando en la carretera, donde hay pistas para adelantar. Esto es lo mismo, pero a escala humana.

Gente detrás de una línea de demarcación, que está debajo del señor de abrigo verde.
Pantallas que anuncian la hora de llegada de los trenes.

Japoneses subiendo ordenadamente la escalera.
Llega el tren y la gente que quiere subir se pone a los costados de la puerta a esperar que salgan los que se quieren bajar. Nadie se mete antes y el clásico pillo chileno sería mal mirado. Una vez adentro, se puede constatar que el silencio se apodera de los andenes. No se puede hablar por celular y nadie come. La gente generalmente va jugando con los celulares (en silencio obviamente), leyendo un libro, que curiosamente está forrado con papel para que nadie vea lo que se lee o durmiendo. Estos japoneses tienen una capacidad impresionante para subirse al metro y empezar a cabecear, si hasta ronquidos me han tocado. Algo muy útil que tienen los vagones son unas pantallas que muestran cuántos minutos faltan para llegar a cada estación. Otra cosa que se podría imitar en Chile es que en verano los vagones tienen aire acondicionado y en invierno calefacción.

Una estación de una línea privada
Una de las más importantes líneas estatales: JR Yamanote
Jugando con celular y leyendo.
Aunque no parezca, esta señora y la de al lado duermen plácidamente.
La bloggera en la JR Yamanote line haciendo el típico gesto japonés a la hora de sacarse fotos.
Nuevamente la bloggera en metro, pero esta vez en una línea privada.
Este video muestra el silencio en que va la gente y las instrucciones dadas en japones y en inglés.

Bueno amigos, fin del viaje. A la salida fíjense bien por qué puerta salen porque las estaciones son realmente grandes y abarcan cuadras y cuadras, con restaurantes y hasta supermercados en su interior.

Espero les haya gustado y ya quedan pocos post...


*Como bonus track, acá va un video de lo que puede ser usar el metro de Tokio, uno de los más grandes y transitados del mundo, en hora punta.


1 comentario:

  1. Cote está buenísima la idea de este blog, déjame decirte que soy fan de las aventuras que tienen en Japón. Felicidades por la idea.

    Saludos

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