martes, 22 de febrero de 2011

La dualidad de Akihabara

Todos sabemos que Japón es famoso por sus artículos electrónicos. Autos, cámaras de fotos, DVDs, Blue Ray, televisores, etc. son el fuerte de numerosas y mundialmente conocidas empresas japonesas como Sony, Canon, Nikon, Toyota y muchas otras más.

Akihabara es el "electric town" de Tokio. Un barrio dedicado a vender todo tipo de artículos electrónicos a precios absolutamente convenientes (es lo único más barato que en Chile). Y si uno es turista, mucho mejor, se muestra el pasaporte y no hay que pagar impuestos.

La mayoría de estas tiendas son enormes, con 6 pisos aproximadamente, donde se puede encontrar de todo. Desde artículos para la cocina, para el pelo, reproductores de música, relojes, televisores, computadores, iphones, ipads, ipod, etc. Hay productos de todas las marcas y precios.


Vista de Akihabara

Una de las muchas tiendas donde venden TODO tipo de artículos electrónicos

Algunas de las marcas niponas

Dentro de una de estas inmensas tiendas

Como todo rincón moderno japonés, las calles de Akihabara están llenas de letreros iluminados, colores y mucha gente. Pero no sólo de electrónica vive Akihabara, este lugar es centro de la cultura otaku, el manga y el anime.

Algunos quizás no saben qué significan estas palabras, pero les aseguro que más de alguna vez han visto dibujos animados de procedencia japonesa. Los ojos grandes y profundos de éstos son inconfundibles. A eso se le llama anime, el que no sólo está pensado para niños, sino para todas las edades. En Akihabara se pueden encontrar un gran cantidad de tiendas dedicadas al anime y al manga. Este último término se usa para referirse a las historietas del anime y otaku es como se denomina a sus seguidores.







Como podrán ver, algunos anime tienen connotaciones sexuales y juegan mucho con la fantasía sexual. En Akihabara también se encuentran tiendas donde se vende pornografía.



Pero lo más raro que encontramos acá son los Maid Café o restaurantes Cosplay. Este tipo de establecimientos están intimammente relacionados con el anime. Me explico, se trata de cafés o restaurantes donde las camareras están vestidas como sirvientas francesas del siglo XVIII, con algún toque excéntrico japonés. Ellas juegan el papel de sirvientas y el cliente es el amo. Cuando el cliente entra al café, ellas lo saludan diciendo "bienvenido amo". Lo acompañan a una mesa y dependiendo del pedido la sirvienta hace alguna "gracia". Por ejemplo, si el cliente pide una tortilla o un plato de curry, la sirvienta dibuja un conejito o un corazón con ketchup u otro aderezo. Si pide una taza de té, la sirvienta pregunta a su "amo" cuántos terrones de azúcar debe agregar a la taza.

Estos locales tienen reglas muy rígidas, tales como:
1. Está prohibido sacar fotos.
2. No se les puede pedir el teléfono ni el mail ni preguntar por datos de su vida privada a las maid.
3. Está estrictamente prohibido el contacto corporal.

Si alguna vez vienen a Tokio y quieren ir a uno de estos excéntricos lugares no olviden estos datos y lleven muchos yenes porque son bien caros.

Una maid repartiendo papelitos para ir a su café. Esta foto fue lograda después de muchos intentos porque las maid se esconden apenas ven una cámara cerca.
Bueno, eso es todo amigos! Espero que les haya gustado leer sobre el fascinante y excéntrico barrio que es Akihabara, cuna de la electrónica y la cultura pop japonesa.

Quedan sólo dos post...

miércoles, 16 de febrero de 2011

Tokyo Metoro

Así es como pronuncian los japoneses en inglés la palabra metro. Como podrán adivinar, hoy les voy a hablar del metro, nuestro medio de transporte más frecuente. A simple vista puede parecer muy enredado, líneas de distintos colores que se cruzan unas con otras, letras, números, infinitas estaciones, etc. Para los chilenos que estamos acostumbrados a 5 líneas que van casi en línea recta, andar en el metro de Tokio puede ser un desafío. Pero no. La cosa no es tan complicada y cualquier mortal con su mapa puede lograrlo.

Mapa del metro
Primero, hay que tener una tarjeta tipo Bip, pero más moderna, que se llama Suica. También existen unas que se llaman Pasmo y la única diferencia es que son de distintas compañías, pero ambas sirven. Además, con estas tarjetas se puede pagar en algunos kioscos, cafés o supermercados, algo que nuestra bip está a años luz de lograr. En Tokyo hay aproximadamente 18 líneas y algunas son operadas por la compañía privada Metro de Tokio y el resto por la Toei, que es estatal. Pero sigamos con nuestro viaje. La tarjetita se consigue en unas máquinas especiales donde se puede además recargar...nada de contacto humano. Gracias a Dios, la maquina y todas las instrucciones del metro están en inglés o sino sería imposible. Luego de cargar nuestra Suica con mínimo 1000 yenes (6.000 pesos chilenos), hay que pasar por las máquinas validadoras, donde se resta el primer monto de viaje, que puede variar, pero lo mínimo son 130-160 yenes o sea casi mil pesos chilenos. Luego al salir hay que volver a validar y se descuenta lo que costó el tramo. Si se cambia de compañía, eso también tiene un cargo extra.

Máquina para comprar o recargar la Suica

Mi fiel Suica
Torniquetes donde se valida la Suica. No hay que meterla, sino apoyarla sobre el círculo azul que se ve arriba y al otro lado muestra la cantidad que se descontó.
Después de lograr entrar, hay que buscar el andén y la línea que nos servirían. Todo está muy bien señalizado y hasta te dicen los metros que tienes que caminar para llegar a la línea que quieres. Eso si, hay que tener cuidado porque a veces la conexión no está en la misma estación, sino fuera y es fácil perderse, algo que me pasó cuando tenía que ir a dar mi entrevista para el curso de inglés. No podía encontrar la estación donde tenía que hacer conexión y el guardia me ayudaba poco con su precario inglés. Después de mucho rabiar y caminar finalmente la encontré.

Los andenes son muy agradables y límpios. La gente no se aglomera a esperar a que llegue el tren, sino que se ponen en filas frente a la demarcación que muestra donde se va a abrir la puerta del vagón. Hay pantallas que anuncian la hora exacta en que llegará el tren y la hora en que llegará el siguiente. Nunca es más de cinco minutos entre tren y tren. Para salir o entrar a los andenes hay escaleras mecánicas y normales. En las mecánicas hay que colocarse en el lado izquierdo para que la persona que esté apurada pueda pasar. Es como si uno fuera manejando en la carretera, donde hay pistas para adelantar. Esto es lo mismo, pero a escala humana.

Gente detrás de una línea de demarcación, que está debajo del señor de abrigo verde.
Pantallas que anuncian la hora de llegada de los trenes.

Japoneses subiendo ordenadamente la escalera.
Llega el tren y la gente que quiere subir se pone a los costados de la puerta a esperar que salgan los que se quieren bajar. Nadie se mete antes y el clásico pillo chileno sería mal mirado. Una vez adentro, se puede constatar que el silencio se apodera de los andenes. No se puede hablar por celular y nadie come. La gente generalmente va jugando con los celulares (en silencio obviamente), leyendo un libro, que curiosamente está forrado con papel para que nadie vea lo que se lee o durmiendo. Estos japoneses tienen una capacidad impresionante para subirse al metro y empezar a cabecear, si hasta ronquidos me han tocado. Algo muy útil que tienen los vagones son unas pantallas que muestran cuántos minutos faltan para llegar a cada estación. Otra cosa que se podría imitar en Chile es que en verano los vagones tienen aire acondicionado y en invierno calefacción.

Una estación de una línea privada
Una de las más importantes líneas estatales: JR Yamanote
Jugando con celular y leyendo.
Aunque no parezca, esta señora y la de al lado duermen plácidamente.
La bloggera en la JR Yamanote line haciendo el típico gesto japonés a la hora de sacarse fotos.
Nuevamente la bloggera en metro, pero esta vez en una línea privada.
Este video muestra el silencio en que va la gente y las instrucciones dadas en japones y en inglés.

Bueno amigos, fin del viaje. A la salida fíjense bien por qué puerta salen porque las estaciones son realmente grandes y abarcan cuadras y cuadras, con restaurantes y hasta supermercados en su interior.

Espero les haya gustado y ya quedan pocos post...


*Como bonus track, acá va un video de lo que puede ser usar el metro de Tokio, uno de los más grandes y transitados del mundo, en hora punta.


martes, 8 de febrero de 2011

Celebrando el año nuevo chino en...Japón

Como algunos saben, durante la primera quincena de febrero se celebra en China y en toda Asia el año nuevo lunar chino. Desfiles, danzas del dragón, fuegos artificiales, idas al templo, etc se pueden ver en todos los barrios chinos del mundo. Japón no es la excepción y durante estas fechas el barrio chino de Yokohama, el más grande de Asia, tira la casa por la ventana.

Para nuestra suerte, Yokohama está al lado de Tokio. Media hora en tren y listo. Quizás a algunos les suene el nombre de esta ciudad. En noviembre de 2010 se realizó la APEC y uno de sus asistentes estrella fue nuestro presidente.

Pero volvamos a lo nuestro. El sábado pasado decidimos ir a celebrar el año nuevo chino y partimos a Chukagai, el chinatown de Yokohama. Nos recibió una monumental "puerta", la que nos invitaba a entrar a un pedazo de China en pleno Japón.

La puerta de entrada al barrio chino

Nos metimos al laberinto de calles llenas de restaurantes, tiendas, gente, lamparitas, dragones, empanaditas rellenas cocidas al vapor, etc. Todo era impresionante y lleno de color. Como buen barrio chino, las tiendas vendían cosas de todas partes del mundo. En la primera que nos metimos, un ekeko gigante nos recibió y hasta artesanía chilena encontramos. Como buen representante chino, el oso panda estaba en todos lados, tiendas, lienzos y hasta empanaditas rellenas tenían al oso oriental como protagonista.


Típica tienda de barrio chino

El ekeko gigante.

De Pomaire a Yokohama...


Tienda dedicada al panda.

Empanaditas rellenas con forma de panda.
Las clásicas empanaditas rellenas con chancho, mariscos, o lo que sea, y cocinadas al vapor, eran las reinas del barrio. En todos lados habían puestos con asiáticos (todavía no puedo distinguir al chino del japonés o del coreano) cocinando. Como buenos turistas, donde lo culinario es importante, no dejamos de probar estas exquisiteces.

Puesto de venta de estas "empanaditas".
Hasta el momento todo iba muy bien, pero nos faltaba ver alguna celebración de año nuevo. De repente, vemos que mucha gente se aglomera alrededor de una plaza porque un desfile con danzas de dragones estaba comenzando. Corrimos hacia la multitud pero fue imposible avanzar y gracias a nuestra "gran estatura" no vimos mucho. La única beneficiada fue la fiel cámara de fotos.





Después de nuestro "encuentro cercano" con los dragones chinos, seguimos caminando por las calles de este barrio. Para alegría nuestra, vimos algunos personajes dignos de fotografiar. Primero, nos topamos con un señor vestido de manera muy extravagante que hasta pechugas falsas tenía. Luego, un asiático que iba en zancos y vestido para un desfile casi nos pisa .

Señor extravagante.
El hombre de los zancos.
Siguiendo al hombre de los zancos llegamos a unas callecitas llenas de lámparitas chinas y al templo. Durante el año nuevo, la gente va a los templos a prenderles inciensos a sus antepasados. Los templos están llenos de color y decorados con lámparas y lienzos que contienen mensajes de experanza para el nuevo año que comienza.


Las clásicas lamparitas chinas.

Inciensos gigantes.


Después de prender los inciensos, se finaliza la visita al templo tocando el gong.





Como en todo año que comienza, mucha gente quiere saber qué le deparará el destino y recurre a los adivinos para que les lean el futuro. Lamentablemente, la barrera idiomática nos impedía si quiera considerar la opción de saber qué nos traía el año del conejo.


Un adivino leyendo una mano.
Bueno seguidores, esta fue nuestra aventura china en pleno Japón. Espero que les haya gustado.

Feliz año del conejo!

martes, 1 de febrero de 2011

Wow, Shibuya!

Dejemos de lado la aventura y sumerjámosnos de lleno en el glamour, las luces y la moda juvenil de Japón. Ese es Shibuya, algo así como el Times Square de Asia, pero más impresionante. Si uno quiere tomarle el pulso a la modernidad de Tokio y empaparse de la moda, este es el lugar.

Al salir del metro, en la estación llamada del mismo nombre, uno se impresiona con la cantidad de gente, la luces de neon, la publicidad y todo. Dejándose llevar por la masa se llega al famoso cruce de Shibuya. Es ahí donde uno constata que está realmente en Tokio. Acá se juntan 5 esquinas y los semáforos se coordinan para que las personas de todas las esquinas puedan cruzar simultáneamente. Esto hace que sea uno de los cruces más abarrotados del mundo. Sobre el cruce, hay 3 edificios que emiten videos de publicidad al mismo tiempo. Como podrán imaginar, es toda una aventura.


Salida del metro en Shibuya


Gente esperando cruzar (la foto fue sacada desde un edificio)

Gente cruzando

El peak del cruce


Video del cruce hecho por esta bloggera.

Justo a la salida del metro está la estatua de Hachiko, un perro akita que murió en la estación de Shibuya esperando a su amo que había muerto diez años antes. La historia es la siguiente: En 1925, el profesor Eisaburo Ueno llegaba todos los días a la estación con su perro Hachiko para ir en tren a su trabajo en la Universidad de Tokio. El perro esperaba todos los días a su amo hasta que volviera. Pero un día, su amo no volvió porque murió de una hemorragia cerebral mientras impartía clases en la universidad. Sin embargo, Hachiko lo esperó pacientemente por diez años hasta que murió en ese lugar. Su lealtad no pasó desapercibida para los japoneses quienes decidieron levantar una estatua en memoria del fiel Hachiko en el mismo lugar de su muerte. Quizás a más de alguno esta historia le parece conocida. En 2009,se estrenó la película "Siempre a tu lado: Hachiko", protagonizada por Richard Gere, y cuenta la historia de Hachiko con su amo, pero ambientada en Estados Unidos. Dicen que hace llorar hasta a los más duros...

La estatua se ha convertido en el punto de reunión de los jóvenes.
Después de secarnos las lágrimas, es hora de volver a la frivolidad de Shibuya. Como les comentaba antes, este barrio es el centro de la moda juvenil y todas las grandes y pequeñas tiendas tienen un lugar aquí. Desde tiendas internacionales taan conocidas y queridas para algunas de nosotras (Zara, H&M, Forever XXI) hasta tiendas de zapatos y zapatillas. Como toda mujer, yo ya fui presa del consumismo febril de este barrio. También hay muchos restaurantes y la vida nocturna es intensa.










Además de tiendas, uno encuentra a jóvenes con las más variadas pintas y la vanidad definitivamente no discrima entre hombres y mujeres. Este es el lugar donde los japoneses buscan su "fashion identity" (aplicando lo que se aprende en las clases de inglés).








Definitivamente este uno de mis barrios favoritos de Tokio y vuelvo cada vez que puedo. Me fascina caminar por la calles y observar como van por la vida los japoneses jóvenes. En Shibuya me siento en el Tokio que muestran por la televisión, donde la moda, las luces y la modernidad se unen y forman este deslumbrante barrio.

Espero les haya gustado y nos leemos la próxima semana...

* Nuevamente quiero hacer un reconocimiento a mi reportero gráfico, que siempre ha sido clave para este blog. Acá, haciendo su trabajo para este post: