Si, tal cual, nuestra aventura nipona está llegando a su fin y, por ende, el querido blog santiagoentokio. Cuando empecé a escribirlo nunca imaginé la excelente acogida que tendría. Pensaba que lo iba a leer sólo la gente cercana y por cumplir. Pero me equivoqué y algo que nació para entrenerme, terminó cautivando a gran cantidad de gente.
La idea era mostrar a través de los ojos de una chilena lo diferente que se vive en este país. Creo que lo logré y siento que ustedes conocieron a fondo esta cultura taaan distinta a la nuestra.
A través de estos cuatro meses, pudimos comprobar que Japón es un país único, fascinante e interesantísimo. El pasado y el presente, lo tradicional y lo moderno conviven en armonía.
Hay muchas cosas dignas de imitar. Japón tiene el mejor sevicio del mundo. Donde uno vaya, ya sea un restaurant, una tienda un parque, etc, la gente te atiende con calidez, prontitud y excelencia. La ciudad es limpia, siendo que casi no hay basureros en las calles, ordenada y todo funciona con puntualidad inglesa. No hay bichos (les juro que no he visto una mosca o una hormiga desde que llegué), ni el clásico quiltro. Es muy seguro, casi no hay ladrones y hasta los niños andan solos en el metro o en las calles. A pesar del idioma, es una ciudad muy amigable.
A pesar de lo maravilloso que es vivir en esta ciudad, también hay cosas negativas. El estrés laboral y las largas horas que pasan los japoneses en la oficina no es digno de imitar. La poca vida familiar, poca comunicación y las grandes expectativas que se ponen en un hijo para que entre al mejor colegio o a la mejor universidad hace que haya adolescentes y jóvenes infelices. La sociedad japonesa es muy homogénea y rígida, esto significa que si te sales del plan establecido (buen colegio-buena universidad-buen trabajo de por vida) no hay modo de encajar de vuelta. Hace unos años atrás, las muertes superaron a los nacimientos, lo que significa que de aquí al 2020, la población va a empezar a disminuir. Las mujeres no quieren tener hijos porque es caro, estresante y están obligadas a dejar su carrera de lado. A pesar de la modernidad, la sociedad sigue siendo muy machista.
Bueno amigos, no los lateo más y sólo me queda darles las GRACIAS porque el éxito de este blog es en gran parte por ustedes.
Nos vemos en Chile!
Arigato gozaimasu! (y la correspondiente reverencia)
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